¡Al ritmo de la gaita!

Aquí llego el día de hoy, muy ansioso de contar lo que atraviesa mi mente enredada. Pues el día de hoy fue bastante movido y atareado. Desde ensayos y esperas bajo la lluvia, parrilladas y planes familiares que se darán en un futuro inmediato; hasta una tarde al ritmo de la música gaitera.

He de decir que con respecto al tema emocional, estoy mucho mejor. Es grandioso darse cuenta como al no poder expresar bien un sentimiento por escrito, la única cura es las palabras a viva voz. Y más aún cuando eres escuchado por un ser comprensivo, hermoso, maravilloso que incluso puede llegar a pedir perdón por asuntos en los que no figura como culpable. Es así como uno sale de esos huecos. Huecos sin fondo al principio, pero que con el tiempo te das cuenta que sólo no se distinguía el fondo por la niebla de las confusiones. Ahora estoy mucho más tranquilo y agradecido por todo...

Bueno, está bueno de momentos reflexivos. Sólo me queda comentar que el día de hoy asistí a un hermoso toque de gaitas. Un festival. Tuve el hermoso placer de ver una de mis hermosas hijas en el grupo que resultó ser el rotundo ganador de la tarde. ¡Fuera de este mundo! ¡Absurdo musicalmente! ¡Una armonía descomunal! Creí que me pareció así en lo que terminó simplemente por estar cegado por los ojos paternales, pero no: ¡Resultaron ganadoras! ¡Espectacular! ¡Ya está confirmado! ¡Miles de felicidades mi querida Prongsie! ¡Y Felicidades a todas esas niñas del Colegio María Auxiliadora!

Me despido, con miles de ideas pendientes para futuras entradas en este mundo tan imperfecto...

¡Adiós!

Julián

CANCIÓN PARA ESCRIBIR: "Bad day", por Daniel Powter